Países donde se cultiva el café de mejor calidad

Hablar del café es hacer referencia a una bebida que ha acompañado al ser humano desde hace muchos años, volviéndose parte de su rutina diaria, creando un hábito de consumo en el mismo difícil de equipar con cualquier otra bebida a diferencia del agua. Una de las posibles razones de este arraigo expandido a nivel mundial, es la sensación que genera en las personas, al ser altamente estimulante por su contenido de cafeína,​ una sustancia psicoactiva que proporcionar al sistema nervioso capacidad de resistencia en un determinado momento.

Su consumo es tan común y habitual, que es sumamente cotidiano ser lo primero que toma o consume el ser humano al despertar, para acompañar el desayuno, después de éste o incluso como desayuno, aunque también es normal tomarlo en la merienda, después del almuerzo o la cena, así mismo es considerada la bebida sin alcohol más popular para socializar entre personas o grupos de amigos en todo el mundo.

Etiopía

No es casualidad que de esta nación sea procedente la planta de café, por lo cual, históricamente su origen se remonta a esta zona geográfica localizada en el cuerno de África, en donde anualmente se producen entre 200 y 250 mil toneladas del que se cataloga como uno de los mejores y más auténticos cafés del mundo.

Existen tres variedades de café, conocidas como la robusta, la robusta y arábica y la arábica. En Etiopía, el tipo que más se produce es la arábica, siendo su característica fundamental, el hecho de que se cultiva en tierras con una altitud de 2000 metros, bajo un nivel de humedad específico tanto para su cultivo como para su tratamiento. Otra de sus características más representativas es el alto grado de acidez con el que cuenta, aunque también hay que decir que existen variaciones.

La producción de café ha permitido que esta nación tenga un repunte significativo en el sector económico, y de igual manera esto se vea reflejado en un progreso para la población. Más allá de los incontables problemas con lo que cuentan en general en continente africado, la comercialización de este producto ha significado una entrada importante a las arcas de esta nación.

Brasil

Los pobladores de este país caribeño cuentan con una profunda y arraigada tradición cafetera. Durante generaciones han perfeccionado sus técnicas con el fin de cada vez más mejorar la preparación de café, lo cual le ha permitido que en la actualidad siga siendo uno de los países con más variedades y producciones de café a nivel mundial, lo cual prácticamente le garantiza un puesto como uno de los países con mejor café del mundo.

Con características climáticas ideales para el cultivo de esta planta con inviernos suaves y secos y con veranos cálidos y húmedos, la uniformidad de los suelos y la calidad de los cafetos hacen que el café brasileño se destaque a nivel global por su excelente calidad. Hoy en día, Brasil es uno de los productores de café más importantes a nivel mundial y el país que se da el tupé de ser el mayor exportador de café. La variedad que más predomina para su producción es la arábica.

Colombia

Es prácticamente imposible realizar un listado de este tipo y dejar a la nación neogranadina por fuera, al ser colocados por cultura general entre los países con mejor café del mundo. Tal es el lazo tan estrecho que los une, que en muchos casos al conversar sobre cualquier tema que tenga que ver con el café, automáticamente viene a la mente la nación colombiana, todo esto se debe a la notable calidad del café que se produce en esta parte del mundo.

El café de Colombia cuenta con varias denominaciones de origen nacional, y a partir del año 2005 también cuenta con una otorgada por la Unión Europea. La variedad cultivada en esta nación es solo arábica, la más apreciada por su sabor y aroma. Uno de los motivos que hace que el grano de café sea de tan alta calidad es debido al clima tropical en el que crece y que los campos estén situados en las altas montañas. Además, al momento de realizar la recolección del grano, esta es llevada a cabo de manera manual, lo que no hace sino mejorar aún más la calidad del producto.