No existe una fórmula precisa para vender un apartamento, ya que es un proceso largo que requiere varios pasos. El mercado inmobiliario madrileño puede ser difícil de leer, por lo que es necesario acudir a un agente inmobiliario para tomar una decisión con el fin de realizar una transacción exitosa.
Contratar una inmobiliaria en Madrid depende en gran medida de los conocimientos, tiempo y dedicación del propietario. Vender como individuo puede ser una aventura interesante si has hecho un programa antes, pero puede ser un riesgo sin experiencia previa.
Riesgos de vender una propiedad sin asesoramiento
El tiempo suele ser una de las prioridades a la hora de vender un apartamento, ya sea el tiempo que se tarda en resolver todo lo relacionado con la vivienda o el tiempo que se tarda en cerrar el trato. Precio, esfuerzo y legitimidad son otros factores a tener en cuenta a la hora de vender en una zona tan competitiva como Madrid.
Valorar el inmueble correctamente
Para Adrián Olmedo, director general de WeGet Inmobiliaria, agencia especializada en la gestión de compraventa de inmuebles en Madrid, la tasación es el primer paso y posiblemente el más importante de una compraventa: de ella depende la rentabilidad de una operación y el tiempo de finalización. Este es un error que se deriva del valor emocional que el propietario le asigna a la vivienda, en lugar de investigar el mercado.
Por un lado, los precios exorbitantes reducen el interés de los compradores, a menudo retrasando las ventas. Mientras tanto, otros propietarios prefieren vender más rápido a un precio más bajo, pero lo normal es infravalorar la vivienda y venderla muy por debajo del valor de mercado.
Si el dueño no tiene el conocimiento necesario para hacer un trato, la creación de una estrategia de ventas se resiente en todos los niveles. Parte de eso es establecer un margen de negociación de precios, momento en el que se puede reducir ligeramente sin vender.
Baja visibilidad de los anuncios en línea
Es cierto que los portales inmobiliarios ofrecen anuncios gratuitos a particulares, pero estos portales no aportan la misma visibilidad que los anuncios inmobiliarios premium con cuentas de pago. Los anuncios no patrocinados suelen aparecer en la última página, donde los compradores potenciales rara vez buscan una casa.
Entre otras estrategias, los agentes inmobiliarios utilizan estas tácticas para comprender a los competidores que ofrecen propiedades con características similares. Estos pequeños detalles hacen que los compradores presten más atención a una casa en particular, haciéndola más visible que otras.
Error en el contrato
Los agentes inmobiliarios tienen la función de redactar diferentes contratos que implican el proceso de compraventa. Estos errores pueden afectar los bolsillos de los vendedores. Por ejemplo, los contratos de arras: si la venta no se materializa, suelen ser penitentes, y si es debido al vendedor, debe devolver el dinero de la señal por duplicado.
Tiempo de venta de una casa
De semanas a años, estos tiempos cambian el proceso de compra y venta ya que dependen de varios factores como el precio y el estado del mismo. Otros factores son más complejos, como el entorno inmobiliario, que no se puede controlar, aunque es posible navegar entre ellos para no salir tan perjudicado.
Se debe elegir un buen precio para que un comprador decida comprar un apartamento, pero este debe estar acorde con el estado de la vivienda, la oferta en la zona y las condiciones del mercado. Aunque como vimos anteriormente, tiene otros significados.
Aunque la agente inmobiliaria se lleva una comisión, parte de su trabajo, además de la estrategia de venta ideada para el inmueble, es crear un buen anuncio para subir al portal. Esto podría incluir descripciones completas, buenas fotos y otras acciones menos obvias.
Las técnicas de home staging son muy utilizadas para facilitar la venta de viviendas. Con él, el propósito es hacerlo brillar, mostrando la mejor versión, conquistando a través de la decoración, e incluso los olores y sonidos que se pueden experimentar al vivir allí.
